miércoles, 28 de mayo de 2014

En el fondo de Ledaña, en la Cueva del Viejo.


Alguien se fue a Ledaña y dijo que ya no era Albacete, que era Cuenca, por no se qué línea (borrosa) que marcan las fronteras. El caso es que las caras me sonaban, como no, eran los Rolling Stone, decorando cada rincón del garito.
No era Al Fondo, sino en El Fondo donde se tocaba, al bajar las escaleras, sin escenario ni dios que lo fundó, sin equipo mas que el que llevábamos, sobre una alfombra mágica que, de milagro, echamos a la furgoneta y que nos salvó de tener que atar la batería con cuerda de pita al pie de Paco.

Cuando llegamos, sonaban, a todo trapo, por los altavoces los Reincidentes, Marea y toda la ostia enfadada que mola para hacer un pogo, pero no para anunciar la calma del Baby's...me daba en toda la boca que nos iban a hacer el mismo caso que al espantapájaros de la huerta de mi abuelo. Pobre muñeco de paja, me vino la imagen de un pájaro gritándole "¡TOCAUNADEXTREMODURO!"

Fuimos bien recibidos por Liria que es la jefa de la Cueva del Viejo, nos dijo que la hora buena de empezar era a eso de la 0100 de la noche, cuando a la peña le da por salir, con dos cojones.

Borrosos en la Cueva del Viejo. HT Sánchez, yo, Paco el flaco y Tutti.
Foto: la única chica que salió a bailar.
Lo que parecía que iba a ser un infierno, no lo fue pero debía parecerse bastante. Aun así la gente se enrolló bien. No nos hicieron ni puto caso, pero sabían que estábamos allí, cierto es que Sánchez le crujió a sus amplis, y por consecuente, Tutti y yo a los nuestros. A Paco le tocó redoblar la tamborada de Hellín y Tobarra juntas.

Nos salimos del repertorio para improvisar unos rolles, pues había alguna dama que lo que quería era bailar y que no le cantaran muchos "I love yous". También hubo, quien al terminar y al ver que no habíamos tocado ninguna versión, nos dio la enhorabuena por ir a nuestro rollo, por hacer lo nuestro repertorio. Y un tal Juan que de veras disfruto del concierto junto a su gente. Desde aquí unas gracias porque nos hizo sentir bien.

El Peletes hizo de anfitrión con las copas y la conversación. No nos faltó nada que llevarnos al galillo. Recogimos nuestros pitos, nos hicimos la foto en la fachada de la Cueva (no hay mas fotos porque tocábamos los que íbamos y esas cosas de"luego te mando las que he hecho, amigo") y nos fuimos con la música a otra parte.

jueves, 22 de mayo de 2014

Dentro o fuera

El Garitobar es un buen lugar para ir a tomar. Ha sido la segunda vez que César abre un hueco para ponerme a cantar. Esta vez, dentro de las fechas cerradas por Hurrah música!. Nos hemos marcado el cante tranquilo a una hora bien original para el roll, las cuatro de la tarde. Hablo en plural porque en la furgoneta nos subimos Honky Tonky Sánchez, Antonio Hurrah, María y Mario, que asistió al primer concierto de su padre. A la tercera canción estaba frito como un boquerón, pues era la hora de su siesta, si señor. Traza vino también por si había que lamer alguna mano o morder algún tobillo.

Apoyados en un muro que amenazaba con derrumbarse: El que cantó, Antonio Hurrah! y HT Sánchez al cigarrillo.
Foto: María Azaña.


Puedo decir que  me fui con las dos familias, la de dentro y la de fuera a ese pueblo de la Manchuela que se llama Casas Ibañez pero que a veces por defecto le decimos Casas y Bares.

El Garito está ubicado en una calle peatonal bien tranquila al lado de un restaurante que, si no recuerdo mal, se llama La Lola. Las dos terracitas decoran el adoquin e invitan a tomarse una racioncilla y luego un Gin, que es la especialidad del Garito (Ramón, el hermano de César tiene una marca de ginebra).

Este, está por darle a la gente cuartel, promover actividades, que ocurran cosas , que, si pasas por allí, te encuentres a  alguien cantando. "¿Que los viernes por la noche la cosa está mas floja para el show porque los tiempos están cambiando? pues el sábado a la tarde, no te preocupes, que te traigo a un muchacho y toda su recua a cantar sus canciones y a presentar lo que será su nuevo disco."

Con público reflejado y relajado.
Foto: María Azaña.


La simbiosis entre el bar y el artista es eterna, dentro y fuera del espectáculo. Nos, nos debemos a muchas cosas, cada cual sabrá a qué, pero una de las principales es al show, a que funcione el show y que al barman le vaya bien. Que se haga el silencio y te escuchen forma parte de la intención de transmitir, si consigues que la gente esté a gusto en el lugar y quieran volver es un bingo para tu último acorde. Es por esto que a veces soy bar y a veces soy canción.

Juan Pablo Mercajeams, Traza, el que suscribe, Antonio Hurrah, César y HT Sánchez. Por los buenos ratos.
Foto: María Azaña.

Canté y la gente me escuchó, cosa que mi guitarra y yo agradecemos. Nos decidimos por tocar fuera y no dentro y fue el acierto de la intimidad al aire libre. Decir debo que jugué en casa pues no faltaron María Azaña, la micoco que parió la portada del Babyhannah´s, Juan Pablo señor Mercajeans, Pepa, la Chirla y María, estas tres últimas dejaron por un rato su atea romería para venirse a la terracita, ole. Rosa, que ya estuvo la primera vez, y Vicente también estuvieron.

¿Que mas podia pedir? Otro Gintonic y que ganara el Altetico.

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